Fue nunca...
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Fue nunca...
No sabia que era hora de ese encuentro.
Matt la miraba con esa expresión animada de quien espera una respuesta, una señal para cruzar la plaza o para regresar al taller pero olfateo y avanzo delante de la pelirroja que simplemente veía la fuente en medio de esa sección de la plazuela.
Ese lugar había sido escenario de masacres y ahora solo era un lugar de encuentro para "cosas sociales de la gente". No entendía esas cosas, no entendía a la gente en general pero no buscaba comprenderlos. Ella solo buscaba ser ella, un espacio sin etiquetas aunque ¿qué habitante de La Nación podía escapar de una clase?
Respiro profundo viendo a su fiel compañero ladrar a unas aves, avanzando hasta el borde de la fuente, el reflejo vacilante de una joven pelirroja con gorra de maquinista y algunos rasguños en el cuello de su ultimo percance con una maquina era parte de ella. Sus ojos parecían tan vacíos en esa perspectiva pero ella no veía problemas en si misma, era tan común como cualquiera. Sí, tenia un brazo con una placa y había dejado de lado la clase alta para vivir así pero jamas se había arrepentido.
Su canino amigo la saco de estos pensamientos cuando salto a la fuente dispersando su imagen del agua pero levanto la nariz mirando tras la pelirroja.
Ann respiro profundo. No imagino que la hora de ese encuentro llegaría tan rápido.
Matt la miraba con esa expresión animada de quien espera una respuesta, una señal para cruzar la plaza o para regresar al taller pero olfateo y avanzo delante de la pelirroja que simplemente veía la fuente en medio de esa sección de la plazuela.
Ese lugar había sido escenario de masacres y ahora solo era un lugar de encuentro para "cosas sociales de la gente". No entendía esas cosas, no entendía a la gente en general pero no buscaba comprenderlos. Ella solo buscaba ser ella, un espacio sin etiquetas aunque ¿qué habitante de La Nación podía escapar de una clase?
Respiro profundo viendo a su fiel compañero ladrar a unas aves, avanzando hasta el borde de la fuente, el reflejo vacilante de una joven pelirroja con gorra de maquinista y algunos rasguños en el cuello de su ultimo percance con una maquina era parte de ella. Sus ojos parecían tan vacíos en esa perspectiva pero ella no veía problemas en si misma, era tan común como cualquiera. Sí, tenia un brazo con una placa y había dejado de lado la clase alta para vivir así pero jamas se había arrepentido.
Su canino amigo la saco de estos pensamientos cuando salto a la fuente dispersando su imagen del agua pero levanto la nariz mirando tras la pelirroja.
Ann respiro profundo. No imagino que la hora de ese encuentro llegaría tan rápido.
•Ann•
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Re: Fue nunca...
Poco a poco sus pasos elegantes la hicieron recorrer esa ciudad. Poco a poco recordó todo lo que había pasado ese día varios años antes. Poco a poco el corazón se agitaba con el presentimiento del encuentro pautado.
Había visto caer edificios, llorar a madres y niños perdidos sin esperanzas... Ella se había visto a si misma en esos rostros curtidos de guerra y anarquía. Temía a esos recuerdos y se esmeraba en pensar en que los días soleados que antes iluminaban esas calles regresarían. Estaría allí, en la plazuela con sus amadas personas para celebrarlo, felices. Todo lo que una historia podía pedir era un final feliz.
Fue esa intención soñadora de felicidad la que la impulso a enviar ese mensaje, esa carta que rodó por lugares hasta llegar a las manos adecuadas.
"Es imperante nuestro encuentro, búscame en el agua."
Solo quien entendía la frase comprendería esa carta. Muchas personas la habían leído antes del destino final, la publicaron en diarios y gente reía sobre ese acertijo sin explicación pero allí estaba. En el día y lugar que debía ser. Exacto y preciso como una historia perfectamente planificada.
Se le acelero el corazón y avanzo, vio al can con una amable sonrisa que sutilmente hasta esa fuente. Esa contextura fuerte, casi masculina.
- Ann... - Murmuro cuando estuvo a su lado. Viendo al can que le ladraba reconociendo su olor, apoyándose en las patas delanteras con esa particular extremidad mecánica.- Hola... ¿cuál es tu nombre? -Al inclinarse para acariciar al perro mojado vio la placa que decía "Matt".- Pequeño Matt... -Sonrió amable.
Era extraño... Muy extraño como pocas palabras podían hacer coincidir a dos personas sin certeza, sin la seguridad de saber que estarán pero con la esperanza del encuentro.
Había visto caer edificios, llorar a madres y niños perdidos sin esperanzas... Ella se había visto a si misma en esos rostros curtidos de guerra y anarquía. Temía a esos recuerdos y se esmeraba en pensar en que los días soleados que antes iluminaban esas calles regresarían. Estaría allí, en la plazuela con sus amadas personas para celebrarlo, felices. Todo lo que una historia podía pedir era un final feliz.
Fue esa intención soñadora de felicidad la que la impulso a enviar ese mensaje, esa carta que rodó por lugares hasta llegar a las manos adecuadas.
"Es imperante nuestro encuentro, búscame en el agua."
Solo quien entendía la frase comprendería esa carta. Muchas personas la habían leído antes del destino final, la publicaron en diarios y gente reía sobre ese acertijo sin explicación pero allí estaba. En el día y lugar que debía ser. Exacto y preciso como una historia perfectamente planificada.
Se le acelero el corazón y avanzo, vio al can con una amable sonrisa que sutilmente hasta esa fuente. Esa contextura fuerte, casi masculina.
- Ann... - Murmuro cuando estuvo a su lado. Viendo al can que le ladraba reconociendo su olor, apoyándose en las patas delanteras con esa particular extremidad mecánica.- Hola... ¿cuál es tu nombre? -Al inclinarse para acariciar al perro mojado vio la placa que decía "Matt".- Pequeño Matt... -Sonrió amable.
Era extraño... Muy extraño como pocas palabras podían hacer coincidir a dos personas sin certeza, sin la seguridad de saber que estarán pero con la esperanza del encuentro.
•Doncelia•
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Re: Fue nunca...
Uno, dos, tres. Seguía teniendo el olor a flores y la sonrisa tenue de siempre. Uno, dos, tres. La misma pausa al hablar, la misma elegancia al moverse.
Levanto el mentón en señal de saludo, reduciendo a mínimo sus interacciones verbales. Era practico y claro. Se guardo las manos en el bolsillo viendo la parte más alta de esa fuente mientras su perro parecía socializar complacido con la rubia.
Doncelia era su hermana, la dulce, la amable, la cariñosa. Siempre la había tolerado un poco más y ella siempre había sido condescendiente con ella. Era un dar y dar donde se apoyaban mutuamente de maneras que pocos sospecharían gracias a la abismal diferencia entre las dos.
Miro el reloj en la tienda cruzando la calle. - 3 minutos. -Murmuro.
Años antes, un día de primavera como ese, habían estado allí con la única que faltaba como hermanas y como la familia que solían ser. Su padre les enseño todos los lugares de esa ciudad, ella recordaba las tiendas de esa zona y las piezas que vendían los mecánicos alrededor. Quizá por eso no entendía porque esa frase llego a ella.
El pasado no era practico, no había cabida en el presente. La miro de reojo. Realmente nunca la entendió por completo pero si la apreciaba.
- búscame en el agua, mago de la fuente. búscame en el mar, mago del océano...
Los mecánicos del ferrocarril leían el diario con ese anuncio en voz alta mientras ella limpiaba unas tuercas en su descanso, el instinto animal la hizo disimular como quien reniega de su origen para sacar de la basura el diario desechado y confirmar por si misma esa frase. La miro de reojo, inexpresivos sus ojos siempre habían sido indescifrables.
Levanto el mentón en señal de saludo, reduciendo a mínimo sus interacciones verbales. Era practico y claro. Se guardo las manos en el bolsillo viendo la parte más alta de esa fuente mientras su perro parecía socializar complacido con la rubia.
Doncelia era su hermana, la dulce, la amable, la cariñosa. Siempre la había tolerado un poco más y ella siempre había sido condescendiente con ella. Era un dar y dar donde se apoyaban mutuamente de maneras que pocos sospecharían gracias a la abismal diferencia entre las dos.
Miro el reloj en la tienda cruzando la calle. - 3 minutos. -Murmuro.
Años antes, un día de primavera como ese, habían estado allí con la única que faltaba como hermanas y como la familia que solían ser. Su padre les enseño todos los lugares de esa ciudad, ella recordaba las tiendas de esa zona y las piezas que vendían los mecánicos alrededor. Quizá por eso no entendía porque esa frase llego a ella.
El pasado no era practico, no había cabida en el presente. La miro de reojo. Realmente nunca la entendió por completo pero si la apreciaba.
- búscame en el agua, mago de la fuente. búscame en el mar, mago del océano...
Los mecánicos del ferrocarril leían el diario con ese anuncio en voz alta mientras ella limpiaba unas tuercas en su descanso, el instinto animal la hizo disimular como quien reniega de su origen para sacar de la basura el diario desechado y confirmar por si misma esa frase. La miro de reojo, inexpresivos sus ojos siempre habían sido indescifrables.
•Ann•
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Re: Fue nunca...
Maltrecha y escuálida. Esa pelirroja tan poco cuidadosa consigo misma, era imposible no tener ganas de cuidarla con solo ver sus manos maltratadas y sus mejillas sucias. Noto como guardo los dedos en los bolsillos del pantalón raído y evito hacer comentarios, acariciando al perro mojado que animado trataba de salir de la fuente para recostarse a sus pies.
Asintió mirando en dirección del reloj en la tienda mientras se erguía. - Casi llego tarde... ¿no? -Amable sabia la obsesión de esa chica con la precisión de las cosas. Todo tenia que ser exacto con ella. En silencio se quedo mirando la fuente, casi contagiada de esa reflexiva ausencia de palabras.
Su padre la había hecho reír en esa fuente, recordaba cosas hermosas cual sueños pintados en libros, historias que había sido causa de nostalgia más de una vez y tristeza en muchas ocasiones pues se veía a si misma con ese pasado imborrable y doloroso. Trago pesado solo de pensar en eso y la voz de la chica junto a ella la hizo levantar las cejas con una sonrisa un poco más obvia.
- Busca mi cuerpo entre las aguas cuando ya no sea mortal, búscame entre sirenas, búscame cantando en la lluvia invernal.- Se sentó en el borde humedeciendo su mano en esa agua escasa que decoraba la fuente.- búscame en el agua, soñando con el mundo inmortal.
Su mirada esmeralda se poso en ella, colmada de recuerdos y complacida con esa confidencialidad cómplice que solo ellas podían entender.
- Nuestro padre lo recitaba mejor... Gracias por venir. - Miro alrededor, casi nadie frecuentaba esa parte de la plazuela. Era una fuente en una esquina después de una callejuela. Respiro profundo.- Julieta recibiría el mensaje?
La esperanza era lo único que no era capaz de perder. Se trataba de siempre creer en algo aunque no fuera de verdad para salir adelante. En ese momento, creer en un error era mejor para ella que creer en ser ignorada.
Asintió mirando en dirección del reloj en la tienda mientras se erguía. - Casi llego tarde... ¿no? -Amable sabia la obsesión de esa chica con la precisión de las cosas. Todo tenia que ser exacto con ella. En silencio se quedo mirando la fuente, casi contagiada de esa reflexiva ausencia de palabras.
Su padre la había hecho reír en esa fuente, recordaba cosas hermosas cual sueños pintados en libros, historias que había sido causa de nostalgia más de una vez y tristeza en muchas ocasiones pues se veía a si misma con ese pasado imborrable y doloroso. Trago pesado solo de pensar en eso y la voz de la chica junto a ella la hizo levantar las cejas con una sonrisa un poco más obvia.
- Busca mi cuerpo entre las aguas cuando ya no sea mortal, búscame entre sirenas, búscame cantando en la lluvia invernal.- Se sentó en el borde humedeciendo su mano en esa agua escasa que decoraba la fuente.- búscame en el agua, soñando con el mundo inmortal.
Su mirada esmeralda se poso en ella, colmada de recuerdos y complacida con esa confidencialidad cómplice que solo ellas podían entender.
- Nuestro padre lo recitaba mejor... Gracias por venir. - Miro alrededor, casi nadie frecuentaba esa parte de la plazuela. Era una fuente en una esquina después de una callejuela. Respiro profundo.- Julieta recibiría el mensaje?
La esperanza era lo único que no era capaz de perder. Se trataba de siempre creer en algo aunque no fuera de verdad para salir adelante. En ese momento, creer en un error era mejor para ella que creer en ser ignorada.
•Doncelia•
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